El sexagenario acusado de traficar alega que no iba al Tomillar a vender droga sino a tener sexo con prostitutas

El sexagenario que en diciembre de 2009 fue detenido en posesión de más de una veintena de papelinas de heroína y cocaína en la zona conocida como El Tomillar, en Valladolid capital, ha alegado hoy, durante el juicio celebrado en la Audiencia provincial, que frecuentaba la zona únicamente para tener sexo con las prostitutas que trabajan allí.

El sexagenario que en diciembre de 2009 fue detenido en posesión de más de una veintena de papelinas de heroína y cocaína en la zona conocida como El Tomillar, en Valladolid capital, ha alegado hoy, durante el juicio celebrado en la Audiencia provincial, que frecuentaba la zona únicamente para tener sexo con las prostitutas que trabajan allí.

El acusado, José Luis C.C, que se ha declarado inocente de los cargos que se le imputan y ha pedido un fallo absolutorio, ha rechazado la posibilidad de llegar al acuerdo que con carácter previo le ha propuesto el Ministerio Fiscal, consistente en una pena de un año y medio de cárcel, frente a los dos años recogidos en el escrito de calificación provisional, circunstancia que finalmente ha llevado al acusador público a elevar la petición de condena a un total de cuatro años de privación de libertad y al pago de una multa de 600 euros.

Durante el interrogatorio, el procesado, en declaraciones recogidas por Europa Press, ha relatado que en noviembre y diciembre de 2009 acostumbraba a desplazarse en su vehículo, un Opel Astra de color azul, hasta el descampado de El Tomillar con el único propósito de mantener relaciones sexuales con prostitutas y para hacer de taxista para ellas o incluso llevarles bocadillos, servicios que efectuaba "por caridad" pero, como así ha precisado, a cambio también de compensaciones económicas.

Al margen de esta actividad, el encofrador ya jubilado ha negado con rotundidad dedicarse a la venta de papelinas entre quienes frecuentan la zona. "¡Si es que yo no la quiero ni ver!", ha asegurado el sexagenario a preguntas de su abogada respecto de si tenía algún tipo de vinculación con el mundo de la droga.

Una zona peligrosa

Frente a su versión exculpatoria, los agentes de la Policía Nacional que participaron en su detención han explicado que el acusado comenzó a ser objeto de seguimiento a raíz de las informaciones aportadas por dos fuentes anónimas, según las cuales un hombre de unos sesenta años venía dedicándose al tráfico de estupefacientes en El Tomillar, una zona "nada segura desde los últimos diez y veinte años, hasta el punto de que allí no se puede meter cualquiera", ha advertido uno de los policías.

Fue a raíz del dispositivo de vigilancia cuando la policía comprobó cómo José Luis C.C. acudía al descampado en su vehículo, contactaba con toxicómanos y efectuaba intercambios de droga por dinero.

"El acusado era el único que se bajaba del coche, se acercaba al de los clientes y luego volvía al suyo, metía medio cuerpo dentro para coger la mercancía y efectuaba la transacción", ha explicado el funcionario que le detuvo y que, como así ha precisado, el día de los hechos recogió bajo el turismo del acusado un tubo de Couldina y un huevo Kinder que éste arrojó al verse sorprendido y que contenían veinticinco papelinas, veinte de ellas de heroína y cinco de 'coca', con un valor superior a los 374 euros.

Los agentes le ocuparon además sesenta euros en billetes de diez y cinco, prueba evidente también, según el Ministerio Fiscal, de que dicho dinero procedía de la venta de sustancias, ya que en Valladolid el precio actual de cada micra de cocaína y heroína se sitúa en los diez euros.

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